Soñando contigo
Tú. Tu piel, tan hermosa y tan lejana. Tú, tu risa.
tan ausente y tan deseada.
Tú, adictivo como el azúcar y amargo como el café en
la mañana.
Tú, Tan sólo tú.
Tu voz, vibrante melodía en mis sueños al despertar
todas las madrugadas.
Tu boca, atrayente cada vez que me toca. Tu mirada,
invita cada día a ser amada. Tu sabor, irresistible manjar que volvería a
probar.
Tu lengua, navega un placer insospechado que no puedo
imaginar. Tu calor, arranca la ropa, crea tormentas en mí que nadie provoca. Tu
caminar, me arrastra a ti sin cesar.
¿Y tú abrazo? que puedo decir de tu abrazo.
Tu abrazo cuenta una historia al pasear. Un paseo sin
destino, ignorante de a dónde va a parar. Y ahí nos encontramos. Tú, yo.
Cogidos de la mano como dos pilluelos que empiezan a descubrir el amor a cada
zancada. Te miro, me miras. ¿Y qué más da? Solo somos tú y yo, ya no hay nada
más.
Puede caerse el mundo, derrumbarse las tinieblas,
echar raíces la lluvia, que ya nada más me va a importar, porque sé que te tengo
aquí a mi lado y sé que no me vas a volver a abandonar.
Me despierto, abro los parpados, miro a mi alrededor,
estoy en el cielo soñando que aún me amas.
Cierro los ojos, despliego mi felicidad, por un
momento alcanzo a no mirar atrás, pero no, no puedo volar, la pena atrapa mis
alas al querer evitar la verdad.
Abro los ojos de nuevo y vuelvo a mirar, distingo mi
habitación, todo sigue igual, solo fue un sueño fugaz que alguna vez me hizo
fantasear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario